SEVILLA, 6 de mayo de 2009
Como decía el Mariscal Foch:
«Las batallas han sido siempre ganadas por soldados cansados».
Querido presidente Eustasio, profesores, monitores, compañeros y demás miembros de la Fundación San Telmo:
En estos tiempos que corren estamos librando una batalla, una batalla económica mundial, y para cumplir con nuestra responsabilidad de empresarios españoles y ganar tenemos que hacer un buen diagnóstico de nuestras empresas y contar con las mejores armas que dispongamos.
Yo por ello he redactado mi receta estrella y en ella habéis colaborado todos vosotros por lo que es la receta en la que más cariño he puesto al prepararla.
Receta de una bomba para una Crisis:
Para ganar la batalla de esta crisis se necesitan los siguientes ingredientes, que no son fáciles de conseguir:
- La persuasiva locuacidad del Profesor Julio Audicana.
- La brillante mente tecnológica del Profesor José Antonio Boccherini.
- Tener las NOF a raya para que no nos coma el cocodrilo del Profesor Francisco Caballero.
- Los prismáticos del Profesor Fernando Faces para ver venir de lejos al enemigo y plantarle cara, aunque a priori nos dé un poco de miedo su franqueza apocalíptica.
- La claridad en el diseño de estrategias para la mejora del ser y del saber del Profesor Javier Fatsini.
- La calma para no empujar los procesos y dar a estos ingredientes el punto justo de cocción del Profesor Enrique Garrido Martínez.
- El saber estratégico y diplomático con Europa, que aporta la elegancia del Profesor Horacio González-Alemán.
- Añadir los ingredientes uno a uno y con el riguroso orden preestablecido, que siempre exige el buen hacer del Profesor Raimundo Gómez del Sol.
- El trabajo duro y exhaustivo de recoger en la contabilidad sucesos empresariales traducibles a muchas unidades monetarias, y así sea nuestro resultado contable el mejor que esperaría el Profesor Raúl Ibáñez.
- Priorizar problemas y ponerse en los zapatos de absolutamente todo el mundo, con la perfección y rigurosidad con la que lo haría el Profesor Eduardo Olaya.
- El análisis de sensibilidad que haría el Profesor Rafael Ollero para que el canal nos considere.
- Contagiarnos del entusiasmo huracanado que aporta el ser mejicano, y la mezcla de asturiano y cántabra con el fuego a discreción de algún que otro Vega Sicilia del Profesor Miguel Ángel Llano.
- La visión de la complejidad de tomar decisiones dentro de la Dirección General y aprender a separar el negocio, de la estructura y del accionariado, para hacer diana como enseña el Profesor Juan Pérez Gálvez.
- El absoluto conocimiento del enemigo de fuera de nuestras fronteras del Profesor Álvaro Portes que provoca alianzas internacionales de nivel estratégico de vértigo.
- Planificar una dirección financiera de alto nivel para no quedarnos sin municiones en el momento cúspide de la batalla, como lo haría el Profesor Miguel Soto.
- Pedir al mejor estratega comercial, al Profesor Antonio Villafuerte, un plan revolucionario para poder vender mis mini brownies y alfajores a todo lo que se mueva por las trincheras.
- La protección y apoyo de los super monitores con su buen sentido del humor y su dedicación a los pocos que necesitaban un poco de refuerzo en los números.
- La profesionalidad y el buen hacer en la organización de Alfonso y de todo el equipo de San Telmo con el inestimable apoyo de todas las mujeres de San Telmo en especial de Gloria, de Gema, de Mamen, de Lourdes, de Pilar y de Laura.
- Y por último el toque maestro, el gran y único ingrediente secreto que hace de esta receta una receta única y diferente a todas las demás, es lo que hará que ineludiblemente se llegue al éxito profesional y personal, el ingrediente que hará que salgamos victoriosos en la batalla de cada día:
EL AMOR POR NUESTRA FAMILIA, EL AMOR POR LO QUE UNO HACE Y EL AMOR POR LO QUE UNO CREE.
Cuando en mi vida he tenido un gran reto o alguna dificultad mi comandante en jefe y máximo apoyo siempre me ha dicho «¡¡A por ellos que son pocos y borrachos!!».
Señores millones de gracias por haber aprendido TANTO con todos ustedes y de todos ustedes.
María Mallo
Miércoles 6 de mayo de 2009.